SeByung

Y si fuera amor? | End

septiembre 13, 2017

En una época escolar donde los estudiantes se agobian por los días deportivos que se acercan para los campeonatos interescolares, el sub-capitán Lim Sejun no es la excepción. Popular y carismático siempre fue aquel chico con uno setenta metros de altura, siempre resaltaba ante el resto por su sonrisa brillante, aunque ésta la mostrase poco a las personas, y sus expresiones faciales que algunos definirían como joven modelo a esa corta edad.

— ¿Preocupado por el campeonato? —la pregunta lo sacó de sus pensamientos, girándose para encontrarse con el rostro de Seungwoon, capitán del equipo— Hemos entrenado mucho, sólo debemos entregar todo en cancha como siempre hemos hecho.

— Lo sé —el castaño asintió ante sus alentadoras palabras. Admitía estar nervioso, pero no era sólo eso. Tenía una preocupación que desde hace varios días andaba rondado en su mente.

Hace dos años, Lim Sejun había sido trasladado a la escuela Seoul Foreigh School gracias a sus dotes y agilidad como deportista, su anterior entrenador lo había descubierto y recomendado para una beca a la cual había aplicado, aunque había logrado conseguirla su desempeño como estudiante era supervisado por los profesores debido a sus bajas calificaciones.

Siempre había sido consciente de que las materias con números en ellos no eran su fuerte, pero al entrar en aquel colegio jamás pensó encontrarse con aquel nivel. Y si no hubiera sido por la ayuda que Byungchan le había brindado hace días, él no estaría alistándose para jugar.

— Escuché que ya no tienes contacto con el chico ese —Seungwoon le habló sin dejar de arreglarse los zapatos deportivos con los que jugaría en cancha— El chico que te ayudo con la materia.

— Oh. Si, Byungchan —dijo su nombre con una sonrisa sin poder evitarlo, recordando la sonrisa que le brindaba cada que lograba entender un ejercicio y emocionarse en tratar de resolver otro más.

— ¿Te gusta?

— ¿Eh? —la pregunta que Seungwoon le había realizado lo tenía sorprendido. No estaba listo para escuchar semejantes palabras.

— Mira Sejun esta escuela está llena de perjuicios sobre las relaciones y el dinero, todos creen poder conseguir lo que quieren con tan solo lanzarle un fajo de billetes a los demás. Pero no todos somos así.

— Lo había notado con algunos compañeros de mis clases —agregó ante aquella declaración.

El más que nadie sabía que algunos estudiantes creían que pagando o extorsionando a los demás con sus secretos podrían obtener todo en sus manos. Sin embargo, cuando una compañera suya ofreció su ayuda para mejorar sus calificaciones en matemáticas a cambio de ser su novio por todo un año supo realmente qué clase de amigos y personas era con las que quería juntarse. En ese entonces rechazó la oferta, además de ganarse una enemiga más en el salón. Algo que realmente no le importaba mucho y esperaba que no le afectara tampoco.

— Por suerte, mi familia aun con todo el dinero que gana me ha enseñado lo que realmente se debe valorar en la vida. Creí que tener una relación con una chica sería lo ideal para mí, pero cuando lo conocí a él me di cuenta que no quería eso.

— ¿Te refieres a... ?—tenía una vaga idea a quien se refería.

Después de todos aquello era un rumor muy antiguo, pero poco hablado debido a que había dejado de ser interés. Cuando supo de ello, no lo creyó. ¡Se trataba de Seungwoon!

— Entonces, ¿es cierto que...?

— Cuando me enamoré fui feliz —la sonrisa en su rostro no desaparecía— Seungsik es muy dulce y atento conmigo, fue difícil para mí descubrir lo que sentía por él. Digo, tus sentimientos se confunden y te niegas a aceptar que te has enamorado de un chico. Pero cuando aceptas ese sentimiento es indescriptible como te sientes y más aún cuando descubres que eres correspondido.

— ¿Ustedes están...?

— En unos días serán siete meses desde que le pedí formalmente ser mi novio —no pudo evitar sorprenderse con la información.

Llevaba más de doce meses en el colegio y jamás había sospechado que su capitán estuviese enamorado.

Y mucho menos que ¡tuviera novio!

Tan ciego y distraído había sido para no haber notado eso junto a los rumores del colegio.

— El único problema podría ser mi familia, quizás no lo acepten, pero estoy dispuesto a luchar por mi felicidad y porque amo a Seungsik. Pero, ¿y tú?

— ¿Yo? —no comprendía porque Seungwoon le estaba contado aquella parte de su vida privada, después de todo los demás sospechaban que sólo eran rumores— No entiendo porque me dices todo esto, quiero decir...

— ¿Estás dispuesto a luchar por Byungchan?

— ¿Qué?

— Admítelo Sejun, el chico te gusta —las palabras de Seungwoon había ocasionado que sus mejillas comenzaran a calentarse junto a la velocidad que había obtenido su corazón con solo escuchar aquel nombre— Desde que lo conociste lo noté, aquella sonrisa de idiota cuando él está contigo.

— ¡Yo no sonrió como idiota!

— Pareces ser tú cuando estás con él —Seungwoon ignoró su reclamo para seguirle hablando, la sonrisa que le brindaba en aquel momento era única. Podía notar que se estaba divirtiendo— Siempre has sido solitario y poco hablador, pero con él.... no eres así.

— Byungchan es divertido y muy hablador por eso...

— Vuelvo a preguntarte, ¿te gusta Byungchan?

Un silencio invadió la habitación, agradecía al cielo que estuvieran solos teniendo aquella conversación. Los demás integrantes del equipo habían comenzado a calentar, saliendo a la cancha para realizar algunos ejercicios de estiramientos.

— Me gusta estar con él y siempre es divertido —admitió apenas, aquel momento era la primera vez en la que se dedicaba a analizar cómo se sentía.

— Cualquier otro chico podría ser divertido Sejun, pero algo me dice que sólo él provoca esa tonta sonrisa en tu rostro y que te pongas nervioso.

— A veces cuando Byungchan se acerca demasiado logra eso —informó ignorando el comentario sobre su tonta sonrisa— Ponerme nervioso y muy avergonzado de que él provoque que mis manos suden, que me sienta ansioso.

— Entonces amigo, el chico que te gusta —Seungwoon le tocó los hombros con una sonrisa— Y debo decir que demasiado por la forma en que tus ojos y tu sonrisa brillan cuando te refieres a él.

— Puede ser —murmuró mirando el suelo, jugando con sus manos ante los pensamientos y el rostro sonriente de Byungchan que aparecía en su mente— ¡No sé!

— Bueno yo creo que deberás descubrirlo y decírselo ahora.

— ¿Qué?

Fue entonces en ese momento, que al girarse pudo verlo. Byungchan había estado parado en la manija de la puerta sorprendido.

— Byungchan te lo dejo, pero no demoren mucho que el partido comienza pronto —Seungwoon salió de los vestidores con una sonrisa.

— Yo...

Las palabras murieron en sus labios, no sabía que decir o como hablarle. El silencio inundaba la habitación, sin que ninguno dijera nada más que solo observarse. Y el hecho de que Byungchan no le quitara la mirada de encima junto a su tímida sonrisa solo lograba que los latidos de su corazón enloquecieran.

¿Aquel chico provocaba ese efecto con solo una mirada?

No quería imaginarse lo que Byungchan podría provocarle cuando lo bes... ¿En que estaba pensando?

— Yo sólo vine a desearte suerte Sejun —salió de sus locos pensamientos apenas escucho su voz— Ganaran el partido. Lo lograrás igual que lo hiciste con matemáticas.

— No todo el mérito es mío. Tu pusiste tu parte —le dijo mirándole, notando como tenía sus manos escondidas en su espalda en señal de nerviosismo— Sin tu ayuda no podría haber estado presente aquí Byungchan.

— Yo sólo te ayude un poco.

— No es así, la paciencia y la determinación con la que me ayudaste se merece todo el mérito —replicó sonriendo, analizando sus finas facciones. Desde sus delgadas y largas piernas, subiendo para encontrarse con aquella cintura pequeña que más de una vez había rozado para que no se tropezara o cayera al suelo, su mirada siguió subiendo para encontrarse en sus labios. Los tenía un poco resecos debido al clima que estaba invadiendo a Seoul, pero aquello no evitaba que las ganas de rozarlos con sus dedos se hicieran presente.

— ¿Junnie?

— ¿Eh? —que Byungchan lo llamara una vez más así, había logrado sacarlo del trance en el que estaba— ¿Decías?

— Creo que es hora de que te vayas, el partido está por comenzar pronto.

Sus palabras las escuchaba lejanas producto del hechizo en el que se encontraba al admirar sus labios y observar su silueta con fascinación. Seungwoon tenía razón, le gustaba y ahora se daba cuenta que Byungchan le gustaba mucho.

— Oh, es cierto —fingió observar un reloj invisible en su muñeca izquierda— Pero necesitaré una cábala de la suerte primero.

— ¿Cábala? —en los ojos de Byungchan podía encontrar desconcierto antes sus palabras.

— Si —afirmó acercándose a él lentamente— Una acción que a partir de ahora será una cábala que me ayudará en los partidos. No tienes curiosidad sobre qué es —agregó con una sonrisa pícara cuando finalmente logró estar a pocos centímetros de él, tenía la intención de rodear su cintura con sus brazos y no dejarle ir hasta que obtuviera lo que quisiera.

— ¿Y qué es? —Byungchan se relamió los labios junto a una sonrisa divertida.

— Eso estás a punto de descubrirlo Byung.

Cada palabra la susurró mientras acortaba la poca distancia que quedaba, rozando sus labios lentamente para que sus brazos tomaran posesión de aquella cintura que ahora solo debía ser tocada por sus manos y nadie más.

Con los pocos minutos que faltaban para que comenzara el partido, en los vestidores se encontraba aquel chico prodigio en los estudios que era ignorado por todos los estudiantes siendo acorralado contra algún casillero mientras Lim Sejun se adueñaba de cada aliento y gemido que salía de sus labios.

「 END 」

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