— ¿No es extraño que lleves una foto como ésta contigo? —preguntó Ryeowook irritado debido a que la respuesta por parte del chico se había prolongado demasiado.

¿Estaría pensando en mentirle?

Fue lo primero que se le pasó por la cabeza del rubio mientras los segundos pasaban en aquel silencio que se estaba volviendo incómodo.

— ¿Extraño, por qué?

— ¿Por qué la llevas contigo? —ignoró su anterior pregunta, si Cho quería confundirlo no iba a lograrlo. Estaba curioso por averiguar la razón de que llevara una foto suya consigo— No me digas que... ¿somos realmente muy cercanos?

— Es una larga historia que explicar, pero creo que sería bueno para ti escuchar solo lo importante —Kyuhyun le miró para salir de la habitación, acompañado de una media sonrisa para invitarle a tomar asiento en la sala.

— ¿Es importante que lleves una foto mía? —Ryeowook preguntó sentándose en un sillón un poco alejado del otro.

Aún no podía confiar en aquel chico sentado frente a él y no entendía la razón de su evidente rechazo a todo lo que él le dijera o comentara. Simplemente no tenía sentido, según Jihwan y Hyojin debería confiar, pues por el momento era el único que sabía sobre sus recuerdos y lo conocía a la perfección. Sin embargo, aun sabiendo todo aquello, algo dentro suyo se negaba a acercarse a Cho.

— Según tú, es muy importante —comentó el castaño soltando un suspiro, su semblante serio y pensativo le daba a entender que estaba buscando como explicarle las cosas lentamente. Cosa que le molestaba, pues no era un niño al que le pudieran esquivar el tema fácilmente— Esta foto es especial para ti.

— ¿Qué? —la incredulidad se posó en los ojos del rubio.

— Nosotros fuimos cercanos Ryeowook —comenzó a decir Kyuhyun volviendo al pasado en su memoria, cuando el mayor estaba atento a todo lo que hacía y lo consentía para que se sintiera cómodo en el grupo.

Los días grises que tuvo al unirse a Super Junior desparecieron cuando Ryeowook se acercó a él para conocerlo y ofrecerle su amistad, aún en contra de sus demás compañeros.

— Fuiste el primero en acercarte a mí y luego de algunos años nuestra amistad se fortaleció, salíamos de compras, comer o solo a pasear, también jugábamos algunos videojuegos que los fans nos regalaban, pero siempre terminabas perdiendo contra mí —el castaño no pudo evitar sonreír al recordar los berrinches de niño pequeño que hacía Ryeowook cuando perdía— También nos gustaba bromear, aunque mis bromas siempre ocasionaban alguna discusión.

Ryeowook escuchaba atentamente lo que le decía, aunque en su mente todo era un revoltijo de pensamientos. ¿Por qué no podía imaginarse siendo su amigo?

Aunque Cho se estaba esforzando en explicarle la relación que tenían antes de que tuviera el accidente, no podía creerle. Se negaba a creer que entre ellos hubo un vínculo fuerte de amistad, tal y como lo describía el castaño.

— Y hace un año tuvimos una fuerte pelea, los demás también se preocuparon por nosotros. Nunca nos habían visto discutir así —explicó Kyuhyun sacándolo de sus pensamientos— Pero unos días después tuvimos un fanmeeting en Busan donde hicimos las pases, aclaramos las cosas y todo volvió a la normalidad entre nosotros. Y como recuerdo de nuestra reconciliación me pediste que llevara esta foto, que tomaron los fans, conmigo diciéndome que si volvíamos a pelear la observara para que recordara nuestra promesa de no pelear.

— Es ridículo que te haya pedido algo así —negó el rubio tras escuchar aquella historia. En su cabeza no cabía que haya exigido a Cho que cargara una foto con él— Además de cursi, es estúpido.

— Ahora tienes un carácter muy diferente al Ryeowook que todos conocemos —contestó Kyuhyun observándole, su compañero fruncía las cejas con los brazos cruzados.

Le era increíble reconocer el gran cambio que había entre su antiguo amigo, aquel que era dulce y atento comparado al confundido Ryeowook que estaba sentado frente a él. Pues su actual personalidad además de ser un demasiado tosca y desconfiada, también le parecía terco.

— ¿Siempre fuiste rebelde y un poco insoportable en tus días de escuela?

— ¿Insoportable, yo? —Ryeowook se apuntó así mismo evidentemente molesto por el comentario— Tu sola presencia frente a mí es insoportable de ver.

— Reitero, tosco y muy insoportable.

— Idiota.

— Desconfiado y bruto —atacó Kyuhyun con una media sonrisa, apoyando su mentón en su mano derecha al observar como el mayor apretada sus manos en el sillón, quizás, tratando de controlar su temperamento. De cierta forma le parecía divertido conocer aquel nuevo lado de Ryeowook, ya que el mayor jamás antes había respondido contraatacando— No entiendo como un chico atento y dulce puede convertirse en esto —el menor apuntó al rubio acompañado de una mirada reprobatoria y diversión en sus ojos.

— ¡Hey! —aquella mirada había sido la gota que superó su paciencia— Maldito Cho, ¿quién te crees que eres para hablarme así?

— Tu mejor amigo —Kyuhyun deletreó cada palabra con una sonrisa, molestando al rubio con aquella respuesta. Aunque una parte suya, su consciencia, le reclamaba por mentirle.

Ryeowook de sólo escuchar la oración un gran escalofrío recorrió su cuerpo. Se negaba a creer y aceptar que aquel chico ególatra fuera alguien cercando suyo, que conociera sus gustos y sus secretos, aunque no recordara si es que tenía alguno.

Por su parte Kyuhyun no podía evitar sonreír al ver al mayor con las cejas fruncidas, era una escena digna de grabar en su memoria. Tal vez se estaba sobrepasando, pero quizás eran justo en esas semanas y días que pasaría con su confundido amigo, que sería la única vez que pudiera conocer a un Ryeowook enojado y salvaje con todas sus letras.

— Mejor amigo tus pelotas.

— Ese vocabulario —comentó el menor ligeramente sorprendido por sus palabras, Ryeowook jamás antes había contestado de aquella manera, mucho menos soltado malas palabras. Era mejor cambiar de tema y pronto, pues no quería ocasionar una discusión que sólo llevaría a que lo rechazara aún más— Entonces, ¿quieres verte en televisión?

— No me cambies la charla, Cho.

— Es en serio Ryeowook, creo que observándote en algunos de tus solos pueda provocarte familiaridad. El Doctor mencionó que sería bueno que recorriéramos algunos lugares que hayamos visitado antes, los más recientes para que puedan traerte recuerdos memorables.

El rubio pareció pensarlo por unos segundos ante los ojos de Kyuhyun, pues lucía pensativo y perdido en sus pensamientos.

— Haz mencionado que somos un grupo —Ryeowook dijo mirando al menor seriamente— ¿Cuántos somos? ¿Y por qué ellos no han venido?

— Somos un grupo bastante numeroso —comenzó a responder Kyuhyun levantándose del sofá para ir a su habitación y buscar su mochila.

Leeteuk había sido quien sugirió que Ryeowook se observara así mismo en los conciertos, pero el líder también le había pedido que solo le mostrara sus solos pues pensaba que aún no era buena idea que viera a los demás integrantes para evitar posibles confusiones o dolores que le pudiera causar el forzar su memoria.

— Ellos realmente querían verte y saber cómo te encuentras, pero el Doctor sugirió que no es buena idea.

— Estupideces —comentó el rubio ofuscado ante sus palabras.

No estaba de acuerdo con el diagnóstico de aquel doctor, era posible que si se encontrara con todos los que son sus compañeros de grupo pudiera recordar a alguno. Y quizás podría pedir que otro fuera su compañía, cualquiera sería mejor que Cho.

— Sería más fácil recordar si al verlos a todos, uno me resultara familiar o me inspirara confianza —Ryeowook observó como el castaño encendía la televisión para colocar un disco en el reproductor de DVD— Cosa que tú no logras hacer, Cho.

— Si me llamaras por mi nombre sería más fácil que te sintieras en confianza.

— Olvídalo. Quizás eso nunca pase.

— ¿Llamarme por mi nombre?

— No. Confiar en ti —soltó Ryeowook sus palabras, preciso y directo. Tal y como era con las personas que no le caían bien— ¿No íbamos a mirar una presentación mía?

La pregunta del rubio trajo de vuelta a Kyuhyun de sus pensamientos. Se había quedado en silencio y perdido en las palabras de su compañero. Jamás Ryeowook había sido tan cortante y duro con sus palabras, aquello le había dolido.

— Eh, si —soltando un suspiro un poco deprimido, Kyuhyun apretó el botón para encender el DVD y buscar entre el menú la presentación solista del rubio— Esto fue en nuestro primer Super Show.

Las palabras de ambos murieron en cuanto el bullicio de los fans se escuchó por los parlantes de la televisión, Ryeowook observaba y escuchaba en silencio la canción que cantaba. Se veía así mismo parado frente a un escenario lleno de jóvenes que gritaban palabras de emoción y apoyo hacia a él. Le era increíble observarse bailar y cantar, la sonrisa que transmitía en cada palabra que salía de sus labios era única, aunque se sentía extraño al verse comportar así, atento y feliz.

Las horas transcurrieron rápidamente en aquella sala, Kyuhyun se había acomodado bien en el sillón más cercano para no perder la conexión que tenía el mouse con la pantalla. No sólo le estaba mostrando a Ryeowook presentaciones pasadas, sino también algunas entrevistas a las que había asistido solo o en su compañía. Más de una vez, se vio tentado a mostrarle las sugerencias que le mostraba la web, sin embargo, no quería ocasionar más rechazo de su parte al poder observar aquellos videos que los fans realizaban evidenciando la cercanía que existía entre ellos.

Acompañados de los sonidos musicales de las canciones y covers que había realizado en el Super Show pasaron la noche entera, y fue inevitable que ambos cayeron en un profundo sueño producto de una balada que Ryeowook había cantado en una de sus presentaciones en Singapur.

Leeteuk había despertado a la segunda vez que su alarma había sonado, no había podido dormir bien en toda la noche producto de las palabras que Yesung había comentado sobre Ryeowook. No sólo había logrado preocuparlo más, sino que también la ansiedad de saber cómo estaban ambos menores había incrementado en gran proporción. No estaría tranquilo hasta que pudiera hablar con Kyuhyun y que éste le informara sobre el estado actual de la situación.

— Buenos días —saludó apenas subió a la camioneta.

— Buenos días Jungsoo —respondió el chófer soltando un bostezo, lucía bastante adormilado— ¿A dónde lo llevo joven?

— Dirígete a Yeonhui-ru, debemos visitar un departamento cerca de allí —pidió también soltando un bostezo producto del contagio y el cansancio al no haber descansado bien.

— ¿Nos iremos sin el joven Yesung?

— ¿Qué? —preguntó confundido Leeteuk ante las palabras del chófer, para verle apuntar hacia la puerta principal del edificio. De allí salía corriendo un agitado castaño con la chaqueta colocándose en el camino— ¿Qué hace despierto a esta hora?

— Voy con ustedes —soltó Yesung apenas llegó a la camioneta, respirando entrecortadamente.

— Yesung te dije que...

— Buenos días Jungsoo, Jongwoon —una cuarta voz se pronunció frente a ellos, aquella mujer se trataba de la madre de Ryeowook— ¿Alguna noticia sobre mi hijo?

— Precisamente íbamos a verlo justo ahora Señora Kim —respondió Yesung con una media sonrisa, dirigiéndose a abrir la puerta trasera de la camioneta, sin embargo, su mano fue interceptada por una masculina.

— En realidad, iba a verlo sólo yo, pero me puede acompañar si desea ver a Ryeowook —la mirada reprobatoria que le lanzó Leeteuk a su compañero le advirtió que no insistiera en llevarle la contraria— Yesung te encargo que los chicos se presenten dentro de dos horas a la SM, yo los alcanzo allí para seguir con los ensayos.

— Esta... está bien —soltó apenas el otro— Hasta luego Señora Kim.

— Que les vaya bien Yesung, saluda a todos de mi parte.

La camioneta emprendió marcha ni bien la madre de Ryeowook subió, dejando atrás a un derrotado y ofuscado Yesung. Su plan para ir a ver a su mejor amigo había sido frustrado y ahora sólo le quedaba esperar a que Leeteuk regresara pronto para informarle como se encontraba. Iban a ser unas muy largas horas de preocupación y ansiedad por conocer como Kyuhyun se había hecho cargo de Ryeowook.